Una persona dependiente debe sortear a diario barreras muchas veces invisibles para quienes no sufren ninguna discapacidad física o mental. Afortunadamente, en los últimos años la tecnología ha centrado buena parte de sus esfuerzos en hallar la manera de mejorar la calidad de vida de este colectivo. El resultado de ese empeño, materializado en productos de última generación, se puede medir hasta hoy en el primer Congreso Internacional sobre Tecnologías para la Accesibilidad y de apoyo a las Personas Dependientes 'ableTech'08', organizado por la Diputación vizcaína y la compañía Tecnalia en el BEC de Barakaldo.
Los organizadores del evento aseguraron que «no es un congreso utópico ni de ciencia ficción», pero a ratos lo parece. Los productos que exhibe la muestra o bien acaban de iniciar su proceso de comercialización o se encuentran en fase de desarrollo, por lo que muchos suscitan una gran expectación.
Entre los ingenios recién salidos al mercado en España, destaca 'Mytobii', un ordenador dotado de un programa de seguimiento ocular que permite al usuario mover el ratón con los ojos. Primero, con una cámara, capta los movimientos visuales. Y a partir de ahí, la persona puede chatear, seleccionar su música favorita y revisar su correo electrónico gracias a un equipo de infrarrojos. Para seleccionar los iconos correspondientes sólo hay que fijar la vista unos segundos sobre ellos. «Es un producto para personas con gran discapacidad, que puede acoplarse a la silla de ruedas», explicaba Iván del Muro, de Tobii Techonology AB.
Sin salir del sector de la informática, los visitantes pueden probar ratones que funcionan con los movimientos de la cabeza y con soplidos, ordenadores que ponen voz a las palabras y teclados que se manejan con una mano. Entre otros productos recién estrenados figura un detector de movimiento por radiofrecuencia que impide que los enfermos de Alzheimer o cualquier otro tipo de demencia senil crucen el umbral de las puertas que conducen a zonas peligrosas de los asilos. Los ancianos llevan puesta una pulsera que emite una alarma cuando se acercan a un punto prohibido. El radio de acción del dispositivo puede alcanzar los 150 metros.
La casa bajo control
La feria demuestra que se puede hacer más accesible el hogar de mayores y discapacitados con un sistema que elimina el escalón de la ducha. Ya se han instalado «más de 100» en el País Vasco, concretaba un portavoz de la firma guipuzcoana Osoa. Además, hay artilugios inéditos en España, como el 'Oseomatic', una máquina que «regenera la masa ósea» de enfermos de osteoporosis o con dificultades para caminar a través de una plataforma que induce a un movimiento suave que reproduce el balanceo al andar. En tres meses saldrá a la venta.
Ya a mediados de 2009 entrará en el mercado una 'scooter' todoterreno dotada de un sistema GPS que permite a usuarios con problemas cognitivos «ir a comprar el pan o a visitar a un familiar» sin perderse. El vehículo, que alcanza los 16 kilómetros por hora, permite además a los familiares del enfermo «saber dónde está en cada momento». Por esas fechas podría estar listo el primer hogar inteligente integrado, que permitirá manejar luces, alarmas, persianas y puertas con una PDA o a través del propio televisor. En caso de incendio, escape de gas o inundación, el sistema avisará directamente a la Policía.
Pero el proyecto más ambicioso es combinar la vivienda domotizada y el robot de compañía para personas «en fase inicial de Alzhéimer». En la actualidad sólo funciona una versión sencilla del androide en los centros comerciales alemanes, pero un consorcio de empresas españolas, francesas e inglesas bajo la supervisión de la Universidad de Reading prepara ya la combinación tecnológica. El robot guardará las llaves del usuario, le preguntará si le duele algo, alertará a los servicios de emergencias y servirá de soporte para que el paciente se comunique con sus familiares por videoconferencia. El futuro mejor amigo del hombre estará operativo en 2011.
fuente : http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20081211/sociedad/para-depender-nadie-20081211.html
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