Se relacionaba el cambio automático con coches de gran lujo o con clientes con minusvalía. Parecía que querer un coche automático era como aceptar que uno no sabía conducir.
Con los años los coches han evolucionado y con ello todos sus componentes. Actualmente podemos disponer de cajas de cambios que reúnen todas las ventajas del cambio manual y, a la vez, también todas las cualidades del cambio automático tradicional: las cajas manuales pilotadas.
Prescindir del incómodo pedal del embrague sin renunciar a la posibilidad de realizar una conducción activa, con cambios de marcha a voluntad del conductor. Comodidad, deportividad y seguridad, sin perder prestaciones ni aumentar los consumos. ¿Eso existe?
Oferta extensa
Pues sí, cualquier fabricante de renombre que se precie ya dispone (o dispondrá en breve) de modelos con este tipo de cajas de cambio. Asociadas a todo tipo de modelos, desde un caro BMW M5 (SMG) a un económico Citroën C2 1.4 gasolina (SENSODRIVE) cada vez hay más modelos que equipan este adelanto técnico. Sin duda un referente en este tipo de sistema es el aclamado DSG de Volkswagen (para Audi, VW, SEAT y Skoda) quien es el único en utilizar (por el momento) dos embragues que reducen el tiempo de espera entre cambio y cambio y una referencia en velocidad y comodidad para el resto de marcas.
La oferta de este tipo de cajas de cambios es muy extensa. Ya son muchas las marcas que ofrecen este tipo de cambio o lo ofrecerán en un futuro muy breve. Si bien todavía no están disponibles de manera generalizada en todas sus motorizaciones el precio no suele ser un inconveniente (entre 600¤ y 1.500¤ de sobreprecio).
Realmente cuesta encontrar inconvenientes a este tipo de tecnología. La comodidad en la conducción urbana o tranquila por autopista o autovía se complementa perfectamente con la conducción más dinámica o deportiva en carretera virada. Ni los consumos ni la seguridad se ven perjudicados, es más, un buen cambio manual pilotado nos ayudará en ambos casos a optimizar nuestras capacidades.
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